Envejecer de forma saludable o lo que se suele decir «con calidad de vida» es el anhelo que todos aspiramos cuando alcanzamos la madurez. Ninguno nos queremos ver siendo abuelitos anquilosados y dependientes. El estilo de vida tiene mucho que ver en nuestra forma de envejecer.
Para abordar el envejecimiento es necesario hablar de la edad cronológica y la edad biológica. La primera corresponde al tiempo que ha transcurrido desde nuestro nacimiento. La segunda es la que nos informa sobre el envejecimiento de nuestras células y que indica nuestra edad real frente a la esperanza de vida.
Son edades muy diferentes y de nuestros hábitos depende que nuestra EDAD BIOLÓGICA, no coincida con la fecha que indica nuestro DNI y que nos puedan decir eso de; «¡PENSABA QUE ERAS MÁS JOVEN!.
Para entenderlo te voy a hablar de:
Una forma de medir nuestro nivel energético es como nos levantamos por la mañana. Al levantarnos, nuestra energía debe estar en su nivel más óptimo y debemos tener ganas de comernos el mundo.
Con 50 años podemos tener la actitud de un anciano. Hoy día es una certeza que nuestros pensamientos y actitudes influyen directamente en nuestra parte física, que el organismo es un todo y es inconcebible separar la mente del cuerpo.
Como hipertensión, colesterol, diabetes tipo 2 (de adulto), ácido úrico, etc. Actualmente, se ha instalado la idea que a partir de los 40 es normal padecer alguna de estas alteraciones, no es cierto. Están muy relacionadas con hábitos no saludables.
También se puede considerar un termómetro de nuestra salud, tanto física como emocional.
La piel refleja nuestro estado interno.
Como pueden ser los que cursan con dolor y malformación en articulaciones, cólon, etc.
Infecciones recurrentes, enfermedades autoinmunes, etc.
Morirnos nos vamos a morir todos, pero envejecer con dignidad es muy importante. Esto significa tener autonomía en la vejez y retrasar lo más posible nuestra dependencia de los demás.
Para ello, debemos empezar bien pronto a cuidar nuestro estilo de vida. Lo ideal sería que desde la infancia hubiéramos llevado hábitos saludables, pero es partir de los 30 años cuando el proceso de envejecimiento se acelera, por lo tanto cuando debemos poner más atención.
Si hasta el momento no nos hemos cuidado, podemos empezar ya, “más vale tarde que nunca”.
La suplementación en la madurez también juega un papel muy importante. Mi experiencia me dice que es muy útil como sustituto de medicamentos de uso tradicional y masivo como los antiinflamatorios, digestivos, calmantes o sedantes, etc. Cuanto menos medicamentos tomemos menos necesitaremos.
Por otro lado, hay suplementos como los ácidos grasos, en concreto el OMEGA 3 DHA, o minerales como el MAGNESIO, o vitaminas como la VITAMINA D (previa analítica siempre) que son esenciales en la madurez.
Te dejo link donde habla del OMEGA 3 DE ORIGEN VEGETAL O MARINO.
Y este otro que te cuenta la importancia del RELACIÓN CALCIO, MAGNESIO Y VITAMINA D EN EL ORGANISMO
Si te decides tomar suplementación, lo mejor es contar con la ayuda de un profesional y un buen laboratorio de referencia como es el . IFIGEN
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¡Un abrazo y te espero en la consulta gratuita!
Esther Cantero.
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6 Comments
Muy interesante. Me gusta.
Gracias
Muy completo el post. Totalmente de acuerdo con lo que dices.
[…] Os dejo post que escribí hace tiempo al respecto ¿QUÉ EDAD BIOLÓGICA TENGO? […]
Impresionantemente útil esta publicación tocante a consejos
para evitar que el paso del tiempo se nos pase tanta factura.
Espero encontrar más publicaciones así.
Muchas gracias por tu comentario