La vida actual nos devora y nos lleva a comer de forma compulsiva y en exceso. Tenemos hambre y no sabemos distinguir si es hambre emocional. Hemos perdido el instinto biológico que, como cualquier animal, nos ayuda a saber cuando necesitamos comer y lo que nos conviene para mantener nuestra supervivencia.
En nuestra relación con la alimentación, intervienen tres partes de nuestro cerebro:
- Nuestro cerebro más primitivo o reptiliano, donde se encuentra nuestros instintos más primitivos. Es el que se encarga de mantener nuestras funciones básicas; por ejemplo que no llegue la señal de que tenemos hambre y que si no comemos nuestras funciones vitales corren peligro.
- Nuestro cerebro emocional, ubicado en el llamado sistema límbico que es el centro de la afectividad. Es aquí donde se procesan las distintas emociones y el ser humano experimenta miedo, tristeza, ira o alegría, entre otras. Esta es la parte del cerebro que nos recordará «las croquetas de nuestra madre».
- Nuestro cerebro racional ubicado en el neocortex. Es el área cerebral responsable de nuestra capacidad de razonamiento, permitiendo el pensamiento lógico y la consciencia. Es el que por ejemplo nos dice que tener sobrepeso no es saludable y así nos lo han hecho creer; «debemos ponernos a dieta»
En el acto de comer deber haber un equilibrio y armonización de los tres cerebros.
Ninguno debe predominar. Nuestra parte instintiva es fundamental porque nos protege. La parte emocional nos hace disfrutar y rememorar las emociones que nos hace sentir una comida determinada y la parte racional nos debe dar las señales por la información que nos llega, de que tipo de comida puede dañar nuestra salud.
En este post te dejo Consejos para calmar el Hambre. Hambre que en la mayoría de los casos se trata de «hambre emocional» y donde las tres partes del cerebro mencionadas actúan de forma desordenada.
Un hambre que olvida nuestro instinto de supervivencia, que pone por delante las emociones y que nos castiga con la culpa, la frustración y la ira.
Deberíamos comer sólo cuando nuestro estómago nos lo exija. Cuando comemos para calmarnos, sin que exista necesidad biológica estamos hablando de HAMBRE EMOCIONAL. Es decir comemos para aplacar nuestra ansiedad y sentirnos más tranquilos aunque ese efecto dure poco.
Si nos hacemos una y otra dieta y sufrimos o caemos después en el «hambre emocional»; algo no funciona.
¿CÓMO PODEMOS DISTINGUIR EL HAMBRE EMOCIONAL DEL HAMBRE FÍSICO?
- Como a deshoras y con desorden (picoteo).
- Me cuesta mucho saciarme.
- Elijo preferentemente alimentos dulces, procesados, snacks, en general carbohidratos simples y azúcares.
- Siento culpa, arrepentimiento, vergüenza, etc.
- Me produce malestar; gases, indigestión, acidez, etc.
- Comer algo saludable no me calma la ansiedad.
CONSEJOS PARA CALMAR EL HAMBRE
- Lo primero bajar nuestro nivel de estrés. El deporte y cualquier práctica de mindfulness (yoga, taichí, meditación, etc), nos van a ser muy útil.
- Ser muy cuidadosos a la hora de comprar. No ir nunca con hambre al supermercado que nos lleve a comprar alimentos no saludables.
- Nuestra despensa debe contener sólo lo que nos conviene comer.
- Organizar nuestra alimentación. Confeccionar un menú diario, que tenga como mucho cinco comidas (tres principales y dos tentempies) que nos sacien y eviten el picoteo.
- Si a pesar de todo sentimos «hambre emocional» y necesidad de picotear, elegir alimentos saludables:
- Una manzana asada, plátano o cualquier fruta puede ser una buena opción.
- Una onzita chocolate puro con estevia.
- Un puñadito frutos secos naturales.
- Un yogur.
- Una infusión relajante.
- Podemos elaborar nuestros postres saludables con recetas caseras que nos aseguren no llevan nada inconveniente para nuestra salud.
- Etc.
Te dejo una receta que puede ayudar a calmar el hambre y es saludable RECETA DE GALLETAS DE AVENA Y PLÁTANO.
Es decir, elegir alimentos saludables con nutrientes que ayuden a nuestro sistema nervioso a calmarlo, ricos en vitaminas del grupo B, magnesio, triptófano, serotonina, dopamina, etc.
Si cambiando nuestros hábitos no conseguimos calmar el «hambre emocional» porque los conflictos personales nos superan y existe un verdadero desorden en nuestra salud emocional; entonces deberíamos recurrir a la psicoterapia para que un profesional nos ayude a ordenar nuestra vida.
RECUERDA
COMER EN EXCESO NOS HACE PERDER LA SALUD
Las terapias naturales NO SUSTITUYEN NI EXCLUYEN la atención o TRATAMIENTO MÉDICO O FARMACOLÓGICO CONVENCIONAL prescrito por profesionales sanitarios.
Soy Esther Cantero y te ofrezco una Sesión Gratuita para poder valorar el estado de tu bienestar y cómo te puedo ayudar.
¡Un abrazo y te espero en la consulta gratuita!
Esther Cantero.
3 Comments
La verdad es que cada vez hay mas personas con ansiedad y que comen de manera emocional. Muchas gracias Esther por tus consejos que cada día nos ayudan a mejorar nuestra salud. Un fuerte abrazo.
[…] Cuando estamos SOMETIDOS A ESTRÉS INTENSO, donde esté presente el llamado “Hambre Emocional”. HAMBRE EMOCIONAL? […]
[…] Cuando estamos SOMETIDOS A ESTRÉS INTENSO, donde esté presente el llamado HAMBRE EMOCIONAL […]